Troponimia
¿De dónde salió la palabra “ACV” en la historia?
- Valoración de fisioterapia (27 jun 2025 – Folio 11)
- El profesional de fisioterapia dejó escrito: “Diagnóstico médico de ACV fuera de ventana con hemiparesia izquierda y compromiso facial” XtraReport
- Ese “ACV fuera de ventana” significa “sospecha de accidente cerebro-vascular, detectado después de haber pasado la ‘ventana’ de tiempo para aplicar trombólisis o cateterismo”. Es un término presuntivo, no necesariamente confirmado por imágenes.
- Notas de Medicina Interna (26–30 jun 2025)
- En varias evoluciones se anota “evento isquémico transitorio (TIA) múltiples; ABCD2 = 5” .
- Un TIA es un déficit neurológico que desaparece en <24 h y no deja lesión visible en la tomografía; no es un ACV establecido, pero se trata como una señal de alarma porque el riesgo de ACV real aumenta.
- Tomografía de cráneo simple (27 jun 2025)
- El informe describe atrofia cortical relacionada con su demencia, sin infarto agudo ni hemorragia XtraReport.
- Esto respalda que no se encontró un ACV reciente.
Entonces, ¿tuvo o no tuvo un ACV?
- Lo que sí queda claro: alrededor del 26 jun 2025 presentó debilidad del lado izquierdo y desviación facial (hemiparesia). Esos signos hacen pensar en un ACV, pero la TAC no mostró lesión aguda; por eso el equipo internista prefirió etiquetarlo como TIA y dejar pendiente la valoración de Neurología y un Doppler de carótidas (que reveló placa ateromatosa del 20 %) XtraReport.
- El término “ACV fuera de ventana” que aparece en fisioterapia probablemente fue una abreviatura práctica (pudo significar “sospecha de ACV” o “déficit neurológico que llegó tarde para trombólisis”). No implica que existiera un infarto confirmado, sino que la paciente ya no calificaba para tratamiento de reperfusión.
- No hay constancia documentada de que antes de junio de 2025 se hubiera diagnosticado un ACV. En los folios previos (2023–abril 2025) sólo figuran demencia, Parkinson y trastorno bipolar; ningún informe menciona infarto cerebral previo.
¿Hay negligencia por no informar?
- Probablemente no: el personal sí dejó por escrito la sospecha de TIA/ACV en la historia y solicitó estudios (TAC, Doppler, interconsulta de Neurología).
- Puede ocurrir que, en medio de la urgencia y del estado de confusión de la paciente, no se haya comunicado verbalmente a la familia con suficiente claridad la diferencia entre sospecha de ACV, TIA y hallazgos normales en TAC.
- Para despejar dudas, lo más prudente es pedir una explicación directa al equipo tratante o a Neurología:
- ¿Fue un TIA sin evidencia de infarto?
- ¿Hay secuelas neurológicas permanentes (p.ej. hemiparesia) que requieran rehabilitación?
- ¿Qué plan de prevención secundaria (aspirina, estatinas, control de presión, Doppler serial) proponen?
Recomendaciones prácticas para la familia
- Soliciten una reunión con el médico de Medicina Interna o Neurología para que les explique con palabras sencillas el significado de “evento isquémico transitorio” y por qué lo diferenciaron de un ACV establecido.
- Lleven las copias impresas de los folios donde aparece “ACV fuera de ventana” y “TIA múltiples” y pídanles que aclaren esa terminología.
- Pregunten por un plan de rehabilitación si persiste la debilidad del lado izquierdo y qué ejercicios deben continuar en casa.
- Insistan en el control de factores vasculares: presión arterial, diabetes, colesterol, placa carotídea, para reducir la posibilidad de un ACV verdadero a futuro.
En síntesis, los documentos sólo muestran una sospecha de ACV/TIA surgida en junio 2025, no un infarto confirmado en el pasado; por eso antes nadie les habló de ello. No parece haber negligencia encubierta, pero sí puede haber existido falta de comunicación. La vía más directa para aclararlo es dialogar con el equipo médico con estos folios en mano.
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